lunes, 21 de diciembre de 2009

La tesis

Salió por la puerta principal de la casa de sus padres, con quienes aún vivía. Estaba vestida de indiferencia y usaba el perfume de la frialdad. Mientras caminaba hacia el lugar del encuentro, con cada paso se aseguraba más y más de que había tomado la decisión correcta. Durante el trayecto de esos pocos cientos de metros, resonaba en su mente el discurso que había preparado para aquella ocasión, el cual contenía todas las razones que la habían llevado a autoconvencerse de que lo que hacía era lo mejor.

Llegó temprano, no era su costumbre ni su intención, pero le pareció más honesto esperar que dar una vuelta a la manzana para llegar después que él. Su conciencia, mientras, seguía repitiéndole al oido los motivos por los cuales en ese momento se encontraba en ese lugar a punto de hacer lo que había ido a hacer. Y así, fría como estaba, aguardó su llegada.

Cuando al fin lo tuvo en frente, un calor que le recorrió el cuerpo entero, le hizo olvidar todo lo que le había ido a decir y solo recordó los buenos momentos, aquellos que habían pasado en esa misma esquina y aquellos de otras tantas esquinas, calles, bares, etc, etc, etc.

Contempló los ojos de aquel muchacho por unos instantes, ¡seguían siendo tan hermosos! Y con la poca fuerza de voluntad que le quedaba pudo esbozar un simple "hola, ¿cómo andás?" A lo que él respondió "bien ¿vos?" "yo también ¿vamos a sentrarnos para estar más cómodos?" "bueno".

En el camino hacia la plaza hablaron de algunos hechos ocurridos en esas semanas que no se habían visto y rieron un poco. Ella hablaba bajito y reía con su risa nerviosa, que no era la más linda de sus risas, pero era la que se empecinaba por salir entonces.

Se sentaron uno al lado del otro como tantas otras veces, pero hubiera sido lo mismo que estar separados por una pared y hablar por un aparato telefónico, ya que ella no lo miraba más a los ojos. Esa era su estrategia para no volver a olvidarse de lo que la había impulsado hasta allí. Con la vista en el suelo organizó rápidamente sus ideas y pudo al menos armar oraciones coherentes y cohesivas que explicaban el punto principal de su argumentación, su tesis por así decir.

Él escuchó atentamente todas sus palabras, mientras olía su perfume y recordaba algunos de los momentos del pasado y otros del presente. Lo que estaba diciendo le sonaba por completo lógico, y a pesar de que hubiese preferido escuchar otras de sus palabras, en el fondo sabía que aquello ocurriría más tarde o más temprano si las cosas continuaban como hasta entonces.

Cuando terminó ella de explicarse, él sintió otra vez como esa mirada fuerte se posaba sobre sus ojos, pero esta vez notó algo diferente. Al principio no dijo nada, y ella comenzó otra vez a hablar, pero ahora mirándolo. Escuchó entonces palabras como "doler" y "hacer mal" y descubrió que lo distinto en aquella mirada era el principio de unas lágrimas, que solo saldrían al llegar otra vez a la casa de sus padres, con quienes aún vivía.

El silencio apareció nuevamente y fue el turno de él de hablar. Le pudo decir lo que le parecía bien y lo que le parecía mal. Se encontró a sí mismo diciendo frases tales como "y vos me hacías olvidar mis problemas..." y otras del estilo, que no tenía planeado decir, pero que sin embargo dijo.

Siguieron hablando de sucesos ocurridos de aquellas semanas de no verse y volvieron a reir, pero esta vez él escuchó nuevamente su risa natural, que sí era la más linda que él le conocía.

-Bueno, me voy- dijo él, toamando su campera y parándose del asiento.
-Está bien- contestó ella.
-Nos vemos- dijo él mientras se alejaba más y más por donde había llegado.
-Bueno...

Caminaron cada uno para su lado. Ella aliviada. Él tranquilo pero pensativo. Los dos repasando lo que habían escuchado y dicho esa noche.





Dedicado a todas las esquinas que en algún momento se iluminaron con algún amor.

Hasta la próxima !

Gabba Gabba Hey !!

2 comentarios:

Agarrate Catalina dijo...

Cualquier similitud con la realidad es mera coincidencia.-

109 VISITAS!!!! Cómo te quedó el ojo??!! dijo...

Que el blanco sea blanco
que el negro sea negro
que uno y uno sean dos
como exactos son los números
Depende

Que aquí estamos de prestao
que el cielo esta nublao
que uno nace y luego muere
y este cuento se ha acabao
Depende
Depende ¿de qué depende?
de según como se mire, todo depende

Que bonito es el amor
mas que nunca en Primavera
que mañana sale el sol
y que estamos en Agosto
Depende